Mensaje de Bienvenida

Éste es un Blog para el tratamiento de los contenidos de la asignatura de Educación Física del IES Pino Rueda. Espero que os sea de utilidad y que lo disfrutéis.

domingo, 3 de abril de 2011

Los Bailes del renacimiento

Eran altas o bajas las danzas del Renacimiento, de acuerdo a cuan rastreros o elevados fueran los pasos de quienes las ejecutaban. La Pavana, por ejemplo, era una de las danzas bajas más importantes de aquella época. Hay quienes le adjudican un origen español y otros que aseguran proviene de Padua, Italia.

La primera referencia conocida se tiene del año 1508, en Venecia. Su nombre deriva del parecido a la actitud de los bailarines, al mover en círculos y hacer voltear sus capas, con los movimientos del pavo real, majestuosos y solemnes. Se usó esta danza en los matrimonios y ceremonias ligadas al rito religioso, sobre todo en España. Aparece en la corte francesa en el año de 1530 y se mantiene ahí hasta el reinado de Luis XIV en el siglo XVII.

La figura de cola de pavo real la formaban el cortejo de bailarines al formarse en filas y evolucionar hacia una rueda. Se mereció el título de Le grand bal y servía frecuentemente de apertura de todos los bailes ceremoniales. Solía estar seguida por la Gallarda, una danza más viva. Arbeau describió como la pavana era utilizada para la exhibición en fiestas solemnes de los reyes, príncipes y grandes señores, quienes con elegantes mantos y trajes ceremoniales se engalanaban junto a reinas, princesas y grandes damas que acompañaban con trajes de largas colas que caían y se arrastraban detrás de ellas.

Se bailaba con melodías muy sencillas ejecutadas por oboes mientras el ritmo era llevado por tambores, en tiempos de 4/4 ó 2/2. Antes de empezar a bailar, los intérpretes caminaban lentamente alrededor del salón, saludaban al rey y a la reina o, en su defecto, a los altos dignatarios que organizaban el baile. Se ejecutaba con pasos muy simples avanzados y, al retroceder algún paso, los caballeros caminaban detrás de las damas conduciéndolas de la mano. Un sinfín de reverencias se hacía y, llegado el momento, uno de los caballeros avanzaba solo dibujando una pequeña curva en medio del salón y pavoneándose saludaba a todas las damas presentes.

En la Edad Media, branler significaba bailar y branle significaba baile. Cada provincia o comarca medieval tenía su propio branle, el cual llevaba el nombre de la región, incluso el de un accesorio, animal o legumbre. Son las danzas más antiguas que se conocen, que entraron a las cortes en el siglo XVI y se mantuvieron hasta el siglo XVII, durante todo el reinado de Luis XIV (en el cual se tornaron muy majestuosas y solemnes). Eran danzas saltadas, algunas también mimadas. Se bailaban por parejas o en círculos.

En el Branle de las Lavanderas, por ejemplo, se daban palmadas imitando el ruido que hacen las lavanderas cuando golpean la ropa. El Branle de los Caballos se bailaba con zuecos golpeando en el suelo e imitar así el sonido del trote del animal. En el Branle del Ermitaño, las parejas saludaban a sus vecinos de derecha a izquierda, cruzando las manos sobre el pecho al estilo de los monjes. Otros ejemplos son el Branle de las Llamas, en el cual los bailarines llevaban antorchas, y el Branle del Oficial, uno de los más lentos y ceremoniosos de todos los branles.


Tomado del Blog "Contado desde el cuerpo" de Rosa María Rappa